lunes, 2 de marzo de 2020

Creerle a Dios

De lo insignificante a lo influyente, de lo que Dios ve a lo que nos creemos, ser por gracia algo que no podemos alcanzar, vestidos de harapos en nuestra caída humanidad y sentirnos reyes con corona, con herencia otorgada, pensando que la conquistamos. Con derechos y privilegios de estatus por posición dentro de la iglesia tomando autoridad de Cabeza, dónde sólo CRISTO ES SEÑOR. Pero no solo es SEÑOR, es soporte y columna, es roca viva y fuente de vida eterna. El todo de Dios no precisa nada del hombre. ÉL ha preparado obras delante de nosotros para que andemos en ellas, él las diseña y el las ejecuta por medio del Espíritu Santo en la vida del creyente, (yo siervo inútil soy), esa debería ser la confesión y sentir de cada cristiano. Cuando me miro a  mi mismo en mi vanidad soy harapo, cuando Dios me ve en sumisión y humidad sirviéndole me ve vestido de lino fino. Sutil caricia la vanidad en el corazón del hombre, dónde el estar de rodillas no significa estar crucificado en la cruz juntamente con Cristo. Buscando el favor de los hombres queriendo agradarles en el discurso prolijamente elaborado, seduciendo el oído de muchos, del ignorante, pero sin poder desviar la verdad de los menos, los que tienen la mente de Cristo.
Acaso acuso, no, si sufro por querer ver desmoronarse todo lo que no es fundamento sólido en Cristo, donde la superación y el éxito del hombre nada tiene que ver con la exaltación de Cristo.
¿No es el camino de auto exaltación lo que quiere el enemigo para desplazar las virtudes de Cristo?. El nuestro es camino ancho y errante, el de Él es angosto y perfecto.
Se reúnen elaborando estrategias para captar la atención de hombres y mujeres, un evangelio práctico y ágil que de resultados en poco tiempo,  para crecer invitan a cristianos conocidos internacionalmente con la ansiedad de que traiga bendición en sus palabras, como dice mi hermano “Quizás Dios esté lejos y tenemos que importar el Espíritu Santo”, las bendiciones de lejos quizás sean mejores que las de cerca.
La formula no es mágica, es espiritual, si el Espíritu Santo no opera, será inútil, será éxito humano, un proceso humano que crecerá en cantidad, y seguirán al líder, pero quién diría que es a largo plazo, se desmorona la moral del hombre, falla el Pastor humano, y se dispersan las ovejas, desorientadas sin raíz firme son conducidas a cualquier clase de doctrina.
No así… CRISTO NO FALLA  Él pastor da la vida por sus ovejas.
Somos seducidos por los ojos y por el deseo del corazón, difícilmente quiéranos alcanzar el cielo cuando lo que  queremos está en la tierra. Si decimos de nada tengo necesidad seguramente el cielo sea de bronce, oh escarbamos la tierra o exploramos el cielo, “buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”
Cuando el alcance de una meta tiene su logro hay un sentir de sentarse en una poltrona y no se da cuenta que el merito mide lo que la poltrona ocupa, es bueno saber que el Cielo no tiene techo para los que buscan con ansiedad espiritual les sea revelado el Cristo resucitado, sentado a la diestra de Dios, con todo esplendor y Gloria.

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