La vida natural seduce, cautiva, proyecta y ejecuta las ambiciones, pero no puede llegar a lo profundo, a la esencia de nuestra existencia, lo vivido son como gotas en un desierto árido donde el sol sofocante las evapora, solamente Cristo
satisface los deseos más puros y profundos del alma.
Él es Amor y en su amor debemos vivir.
Solo hay una verdadera manera de creer, creer es vivir como él vivió.Vivir las virtudes de Cristo en la riqueza de su humildad, vestidos en él en su carácter y bondad.
Cuando el vaso está medio vacio, nosotros como recipientes de barro vemos y anhelamos la presencia del Señor, miramos el entorno en la vida cristiana,
nuestros ojos toman conciencia de lo externo, pero la vida espiritual no se absorbe desde afuera, brota y fluye desde el interior.
Cristo no está en la canción del otro sino en la adoración de uno mismo.
Él es la fuente de vida que brota con poder desde nuestro interior, primero me debe llenar por dentro para luego ser vestido por fuera.
Lo almidonado y brillante por fuera no siempre significa que esté limpio por dentro.
La ambición natural del Yo debe ser destruida, ¡que quiero decir!, que el corazón debe entregarse por completo, nuestros anhelos naturales deben morir ante el deseo de cumplir su voluntad.
¡Acaso! ¿No lo dió todo por mí?
¿Me abandonará en mitad del camino? Todo es vuestro dice el Señor. Qué significa todo.
Si piensas que es para que todo gire entorno a nosotros te equivocas, solo la empresa con el fin de glorificar a Dios será la que permanezca.
Lo que hemos visto a muchos empezar con virtuosa piedad y tras la meta alcanzada se convierte en ambición personal, dejan a Cristo como centro para ser ellos mismos protagonistas, protagonistas de una historia que se ha de marchitar.
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(texto copiado): "Si oras para que te oigan los hombres, para obtener una reputación de devoción y piedad, bueno, obtendrás la reputación, pero eso es todo lo que obtendrás. Es el mundo el que es estrecho; es el mundo el que es apretado y marchito y limitado en toda su expresión.
Después de todo, el problema con el mundo es: si el mundo, o la iglesia mundanal, te está ofreciendo algo, y lo quieres mucho ―su fama, placer, honor, lo que sea― seguramente lo conseguirás. Pero eso es todo lo que conseguirás."
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No es un Dios de lejos, ¿dónde está tu Dios? Si está en tu interior es hora que lo despiertes, debe ser revelado por su Espíritu en nuestro corazón, empieza con dos posturas, de rodillas ante Él o caminar en falso. RECONOCER solo su Verdad o cauterizar la consciencia.
Qué hace que nos maravillamos de las cosas que hace Dios en su Palabra y hoy sean sus hechos como un horizonte lejano. Dios sigue siendo el mismo, qué nos falta a nosotros.
¿No está ligado el pámpano a la vid? ¿No está el fruto nutrido por el pámpano?
¡Sabemos que del interior brota la vida! ¡NECESITAMOS ESO!
¡SOLO DE JESÚS MANA VIDA!
