viernes, 27 de mayo de 2022

Forjados en Él

 Dios, es bendito enteramente en sí mismo.

Hay una nulidad, una incapacidad absoluta del humano en agregar algo al que es Eterno en gloria y majestad, solo por amor en su gracia, de su puro afecto quiso darnos vida junto a Él.


Cómo barcos a la deriva en profundas tinieblas necesitamos el timón de su dirección en nuestras vidas.

Sería inalcanzable el destino si Dios no hace la obra en nosotros. Porque todo nace del querer como el hacer en su perfecta voluntad.


Ni una coma ni un tilde podemos agregar de parte nuestra a su obra, solo él puede dirigir en perfección nuestros pasos.