Cuando el testimonio levanta al hombre y no a Cristo en la apreciación colectiva. 

Puede que la intención sea buena, pero de principio a fin debe dar testimonio de la verdad, a fin de conocerle.

No hay mérito cantarle al mundo, tampoco hay fruto permanente en ello.Es como decir: mira Señor el reconocimiento del mundo, el premio que he ganado por ser cristiano!

No con la intención de juzgar, pero si con propósito de abrir los ojos ante la realidad espiritual.

Cristo y solo Cristo debe de ser reconocido en la predica y testimonio como centro y su llamado a ser salvos.

El cristiano no debe esperar el reconocimiento ni la aprobación del mundo, sino declarar la verdad de porqué hay enemistad con el mundo. El mundo no reconoce a Jesucristo como SEÑOR, y solo en Jesús hay vida.