De lo insignificante a lo influyente, de lo
que Dios ve a lo que nos creemos, ser por gracia algo que no podemos alcanzar,
vestidos de harapos en nuestra caída humanidad y sentirnos reyes con corona,
con herencia otorgada, pensando que la conquistamos. Con derechos y privilegios
de estatus por posición dentro de la iglesia tomando autoridad de Cabeza, dónde
sólo CRISTO ES SEÑOR. Pero no solo es SEÑOR, es soporte y columna, es roca viva
y fuente de vida eterna. El todo de Dios no precisa nada del hombre. ÉL ha
preparado obras delante de nosotros para que andemos en ellas, él las diseña y
el las ejecuta por medio del Espíritu Santo en la vida del creyente, (yo siervo
inútil soy), esa debería ser la confesión y sentir de cada cristiano. Cuando me
miro a mi mismo en mi vanidad soy
harapo, cuando Dios me ve en sumisión y humidad sirviéndole me ve vestido de
lino fino. Sutil caricia la vanidad en el corazón del hombre, dónde el estar de
rodillas no significa estar crucificado en la cruz juntamente con Cristo. Buscando
el favor de los hombres queriendo agradarles en el discurso prolijamente
elaborado, seduciendo el oído de muchos, del ignorante, pero sin poder desviar la
verdad de los menos, los que tienen la mente de Cristo.
Acaso acuso, no, si sufro por querer ver
desmoronarse todo lo que no es fundamento sólido en Cristo, donde la superación
y el éxito del hombre nada tiene que ver con la exaltación de Cristo.
¿No es el camino de auto exaltación lo que
quiere el enemigo para desplazar las virtudes de Cristo?. El nuestro es camino
ancho y errante, el de Él es angosto y perfecto.
Se reúnen elaborando estrategias para captar
la atención de hombres y mujeres, un evangelio práctico y ágil que de
resultados en poco tiempo, para crecer
invitan a cristianos conocidos internacionalmente con la ansiedad de que traiga
bendición en sus palabras, como dice mi hermano “Quizás Dios esté lejos y
tenemos que importar el Espíritu Santo”, las bendiciones de lejos quizás sean
mejores que las de cerca.
La formula no es mágica, es espiritual, si el
Espíritu Santo no opera, será inútil, será éxito humano, un proceso humano que
crecerá en cantidad, y seguirán al líder, pero quién diría que es a largo
plazo, se desmorona la moral del hombre, falla el Pastor humano, y se dispersan
las ovejas, desorientadas sin raíz firme son conducidas a cualquier clase de
doctrina.
No así… CRISTO NO FALLA Él pastor da la vida por sus ovejas.
Somos seducidos por los ojos y por el deseo del
corazón, difícilmente quiéramos alcanzar el cielo cuando lo que queremos está en la tierra. Si decimos de
nada tengo necesidad seguramente el cielo sea de bronce, oh escarbamos la
tierra o exploramos el cielo, “buscad
las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”
Cuando el alcance de una meta tiene su logro
hay un sentir de sentarse en una poltrona y no se da cuenta que el merito mide
lo que la poltrona ocupa, es bueno saber que el Cielo no tiene techo para los
que buscan con ansiedad espiritual les sea revelado el Cristo resucitado,
sentado a la diestra de Dios, con todo esplendor y Gloria.