lunes, 18 de enero de 2021

Vida nueva

 Hay una disociación en la mente cristiana que une las dos mentes, la espiritual y carnal en un cúmulo de pensamientos, los ojos puestos en el vientre bajan a tierra todas nuestras espectativas  por las necesidades naturales de nuestra humanidad.

El fruto del espíritu es netamente espiritual, aunque se manifieste en la vida natural trasciende las virtudes humanas y se asienta en lo eterno. El bien que se hace en nuestro Yo, En nuestro nombre, muere en lo terrenal, sin embargo todo bien en el

 Nombre de Cristo trasciende y tiene un peso eterno!

¿Es malo hacer el bien en nosotros mismos, no, pero la carne produce muerte, no se puede producir el verdadero bien en nuestra naturaleza caída, sólo cuando hubo verdadero arrepentimiento de nuestra vana manera de vivir.

¡SÓLO el Amor de Dios en el corazón produce fruto! 


Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.

1 Corintios 13:2-3

No hay comentarios:

Publicar un comentario