La cruz se hace pesada porque la carga la carne, no hemos tocado la muerte de Cristo, no nos hemos identificado en su sufrimiento y agonía, no tenemos que pasar por una experiencia intelectual por lo que padeció por nosotros, es vivencia espiritual que al principio por identificarse con su pasión desgarra el alma en lo sufrido por nosotros, pero produce la vida que Jesucristo quiere darnos en él.
¡Liviana es su carga cuando hemos pasado a muerte junto con Ėl!
La cruz emblema de afrenta y dolor hace mil pedazos la maldición que pesaba sobre nosotros!
Sólo identificarnos con su muerte hace que con él nazcamos a novedad de vida!
No es a los pies de la cruz dónde debemos estar, sino en la cruz juntamente con Cristo.
Miramos y sentimos a Jesús de una manera externa y Él es nuestra propia vida, toda su plenitud mora en nosotros, no solo completo su obra en la cruz sino que la extendió a nosotros cuando resucitó nos dió vida juntamente con Él.
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