Han humanizado la vida de la iglesia, cuando la vida es completamente espiritual, "no somos de este mundo", "la carne no puede heredar el reino de los cielos". Organización, liderazgo, Coach, cobertura, psicología, retazos y restos de la antigua vida cocidos en vestido nuevo.
Los que conocemos la Verdad... SOLO EN DIOS ESPERAMOS
Hemos caído en el error y puesto a un costado la vida misma de poder dada por él Espíritu Santo. Vemos el vaso lleno de nuestra conformidad estando ausente la plenitud que lo llena todo.
Y qué será de nosotros si seguimos así, supuestamente más de lo mismo, invitando a algún personaje para ver si trae algo "bueno", escuchando hermosas alabanzas sin que una sola nota musical de nuestra alma acaricie el corazón de Dios.
Proclamando avivamientos con un orgullo disfrazado, apostando al mismo por si se da como garantes del mismo.
NO hemos aprendido nada.
Jerarquías como las tiene el mundo, predicadores que los mantienen en el recreo, digo, pregunto ¿no hay más de Dios?
Igual no alcanzaría con tener un encuentro íntimo con Dios para que nos revele nuestra condición por lo que gritaríamos ¡SIERVO INUTIL SOY! Tenemos que llegar a más a identificarnos con el perdido como si fuéramos nosotros, aún una hija o hermano. Hemos cedido en el conformismo de que ya somos salvos, se enfría el ímpetu y esfuerzo para alcanzarlos para Dios, porque su rechazo parece tener más fuerza que nuestra persistencia en la oración. ¿Quién de nosotros importuna a Dios hasta desmayar?
Si Dios te pide que golpees la piedra, ¿cuántos golpes darías para salvar a un ser querido?
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Hebreos 12:13
Sabiendo
esto, y sufriendo la incapacidad ante el diagnostico expresado somos parte
involucrada del estado actual sin tener fórmulas mágicas.
Tenemos
que ir a la fuente de agua viva, al alfarero de nuestra existencia, al Hacedor
de todas las cosas y arrodillarnos ante su Presencia, para hallar oportuno
socorro por el estado actual espiritual donde estamos parados.
“Basta una
gota de tu Gracia para llenar todos los océanos de nuestra existencia”
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