lunes, 13 de noviembre de 2023

Guardame

 Y ví que el que estaba arriba no se daba cuenta que estaba abajo. Y el que estaba abajo quiso estar como otros arriba, pero no se dió cuenta que no hay ni abajo ni arriba, que solamente es ser y vivir en Cristo siendo guiado por el Espíritu Santo a permanecer en él. 


Y el orgullo se adueñó del culto, y se dijeron ser grandes en sus corazones.


Podrá salir agua salada y dulce de la misma fuente?


Acaso no contamina con su boca la predica el hombre  cuando el Espíritu Santo no la hace viva? No hay temor en su Presencia por lo que dicen.


Se ponen en una posición de logros obtenidos, cuando solo es Gracia otorgada.


Quién les enseñará? Quién les instruirá?  No es de saber que la lengua liviana nace de un espíritu no sujeto en sumisión a su Voluntad?

Ninguna palabra del Señor cayó  a tierra, la mayoría de nosotros tenemos la lengua enbarrada.


La lengua es como un fuego, un mundo de maldad. Es uno de nuestros órganos y contamina todo el cuerpo; y encendida por el infierno, prende fuego a todo el curso de la vida.(copiado)


La lengua no domada, nace de un espíritu rebelde, manifiesta el carácter y el corazón desviado. 

Pero hay un disfraz en los dichos lisonjeros de un predica bien elaborada que saben dulce, pero son  amargos como la hiel.

¡Honrad al Rey! No profiriendo palabras injustas ante su Presencia.

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