LA VERDAD POR LA CUAL VIVIR
Hoy se cierne un manto de
oscuridad, que no se puede apreciar con ojos humanos, la tecnología y lo
moderno disfraza el caos de la decadencia de la sociedad en que vivimos, la
voracidad y la ambición han hecho del planeta como un borracho sobre una cuerda,
el desequilibrio ambiental que se verá reflejado en un futuro cercano.
Vivimos en la burbuja de nuestra
vida, trabajamos, llevamos nuestros hijos al colegio, etc., vemos las noticias
de catástrofes en distintas partes del mundo, pero el terremoto o la inundación
no llega a nuestros pies y decimos que está todo bien, mientras se sacude la
Tierra por la codicia de unos pocos, drenando y explorando todo lo que este a
su alcance, exprimiendo cualquier recurso que de divisas y nuevos alcances
visionarios hacia el futuro, que la verdad es incierto, la Tierra va a temblar
como un ebrio, se sacudirá como una choza, en la antigüedad se dejaba descansar
después de 50 años, 1 año de gracia para sanar la naturaleza, hoy el tiempo es
apremiante y lo es para mañana queremos que sea ayer.
Y usted dirá, de dónde sale todo
esto, ciertamente es de la decadencia moral.
Pero su origen es puramente
espiritual, es el hombre sin Dios. La humanidad abigarrada en conceptos,
valores, religión, doctrinas, misticismo, inmoralidad, ha hecho de este mundo
un laberinto sin escape, donde no hay salida, donde fracasa el concepto de que
el hombre se salva a sí mismo.
Toda empresa sin Dios FRACASARÁ.
Y no es religión, ni reunirse
entre cuatro paredes, es volverse a Dios de forma personal, Jesús dijo sin mí
nada pueden hacer, todo hombre sin Dios precisa salvarse, por eso envió a
Jesús, para mostrarnos el camino, arrepintiéndonos del pecado que se ha
adueñado de nuestro corazón, aún en la indiferencia de no tener en cuenta a
Dios pecamos. Entregarle nuestras vidas en Nombre de Jesús, aceptándole como
Salvador. Si realmente quieres la verdad lee el evangelio de S. Juan en la
biblia, con ansias de conocerle, en cada frase que leas con el corazón abierto
encontrarás lo que nunca nadie te dijo, ahí te lo dirá Dios en la intimidad, y
encontrarás el verdadero tesoro para tu vida.