miércoles, 23 de marzo de 2011

garantias de su amor

                                                                                                            
                          LA PALABRA VIVA MORANDO EN
                                         EL CORAZÓN

      Después de tantos años de cristiano no dejo de sorprenderme, de la falta de madurez de tantos hermanos, de cómo las circunstancias diarias, en el entorno en que viven afecta toda su vida, aún en lo que tendría que ser el ambiente idóneo para desarrollarse, y crecer en la vida cristiana, unos están un día en el cielo y al otro día parece que el infierno se les vino encima, con dobles de ánimo andan errantes todos los días, como dice la palabra, inconstantes en todos sus caminos.
    Viven con una ansiedad insatisfecha, invitan a hermanos del extranjero, vienen, traen un mensaje que les da un empujoncito, pero en corto tiempo otra vez están sin pilas, necesitan un generador interno
         Sucede lo mismo con la alabanza: un ritmo nuevo, una canción diferente, una hermosa voz, un contagio de euforia hasta que el sonido natural reiterativo los cansa y buscan algo diferente, viven siendo receptores de lo externo, porque la fuente de gozo esta vacía, siempre están llenándola desde afuera del corazón.
     Otros leen la Biblia metódicamente, en un orden establecido, ¡Viven leyendo!. Buscan enriquecerse en conocimiento queriendo sacar bendiciones para sí, y en el proceso de crecimiento, el mundo, o entorno en que se mueven les provocan conflictos en el corazón: roces en las relaciones, palabras duras, malos gestos, actitudes desagradables, sus ojos se posan en la vida de personas que llevan una vida próspera, sin ninguna clase de necesidades, y en algunos la semilla de la duda nace y crece en su interior; se deprimen en la ansiedad de ver sus vidas satisfechas, y decaen emocionalmente acarreando como pesada carga el desánimo en su dura existencia.   
         Y esto no es más que una cuota de incredulidad, por no haber creído literalmente lo que Dios nuestro Padre amante nos dice, y dejar que su Palabra hable con más fuerza en nuestro interior por su Espíritu Santo.
                                                                                      
        Dios nos dice: “Bienaventurados los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos”, y la mayoría de los cristianos, quieren ser ricos en este mundo, mirando lo temporal, nos dice que siendo pobres hemos sido enriquecidos por su gracia para compartir en su Gloria un Reino inconmovible, y nosotros torpes, ciegos y necios, estamos como Esaú, queriendo cambiar un plato de lentejas por el valor de un Reino.
         Que Dios pueda abrir nuestro entendimiento para ver que la libertad que la riqueza genera en las personas, no es más que un disfraz en una noche de carnaval, un banquete de lujo que se irá por una letrina, un vestido o adorno en la carne que ha de envejecer y morir.
Como no es libre el hombre rico sin Cristo, que con su fortuna puede hacer todo lo que quiera, vive siendo esclavo, así el hombre pobre totalmente entregado a Cristo, aún detrás de las rejas, en prisión como Pedro, goza del privilegio de la libertad, vive libre, donde está el ESPÍRITU allí hay verdadera Libertad.
          Si bien somos salvos por gracia, tenemos un precio que pagar, y es el total sometimiento a la voluntad de Dios, pues ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, y los límites de ese precio pueden llegar a una vida como la de Lázaro el mendigo, en contraste con la vida del “RICO”, para vida eterna, o para condenación.  S. Lucas 16: 19 -25.
¿Estaba Dios con Lázaro, siendo mendigo?, ¿Estaba Dios con Lázaro siendo enfermo?, ¿Estaba Dios presente en una vida tan desagradable como la de Lázaro? La respuesta es: ¡ SÍ ¡, porque LÁZARO ESTABA CON DIOS.
Teniendo bien claro esto, te pregunto:
¿Cómo quien estas dispuesto a ser?                                       
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 Que Dios nos bendiga con su Presencia en Cristo, amén.

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