miércoles, 23 de marzo de 2011

El amor de Dios en todas las cosas

Has podido  contemplar
en la noche de un cielo azul,
que las estrellas están
resplandecientes, bellas
cada una con su propia luz.

Has podido ver
en un hermoso atardecer,
el Sol al horizonte bañándose,
sumergiéndose en el mar.

Has sentido el cantar
de los pájaros
en un  amanecer primaveral
anunciando un nuevo día,
como si fuese  un coro angelical.

Has apreciado
el aroma de una flor,
has saboreado
de un árbol su fruto
como un manjar.

Has sentido el calor
de una verdadera amistad,
has visto de los niños la pureza
cuando se entreveran al jugar.
Has visto parejas
de enamorados caminando
tomados de la mano
buscando el momento
propicio para volverse
a besar.

Has sentido el amor
de una madre
en sus desvelos
cuando hay preocupación.

Yo se que como tantos
has llorado,
yo se que como tantos
has sufrido,
pero dime si el amor
no está en lo que has visto,
si no es el motor del mundo;
en un cielo azul,
en el atardecer,
en el cantar,
en el fruto y la flor,
en la verdadera  amistad ,
en la inocencia de un niño.
¡Todo esto evidencia la presencia y existencia de un Dios de Amor!

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