CARTA A : MI AMAD0 ¡JESÚS!
No alcanzarían mil primaveras
para decirte lo que yo siento,
de la inmensidad del amor que tengo,
del calor que arde por ti en mi corazón.
Cada mañana tú me despiertas
por la luz que nace en tu gracia,
cada mañana en ti me levanto,
adorándote con una nueva canción.
Se llena mi alma de esperanza,
de saber que algún día,
podré contemplar el rostro más bello,
los ojos de mi Salvador.
Ya sé que me has preparado
un lugar contigo en el cielo,
pero quisiera pedirte un deseo,
en humilde oración :
Permíteme contemplar tu sonrisa,
apoyarme siempre en tu pecho,
sentir el más dulce latido,
de tu corazón ¡oh! mi DIOS.
Gracias por todo lo que me has dado,
el poder amar sin ninguna barrera,
rompiste con tu poder toda cadena,
vivo por tu Amor en plena Libertad.
Ésta es mi carta de todos los días,
donde no puede haber despedida,
sólo un ” te amo” permanente
hoy y mañana, por la eternidad.
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